Un Descubrimiento Accidental
En 1968, Spencer Silver, un científico de la compañía 3M, estaba inmerso en la tarea de desarrollar un adhesivo superfuerte. Sin embargo, su experimento no salió como esperaba. En lugar de crear un adhesivo fuerte, obtuvo uno que apenas se adhería a las superficies, lo suficiente para pegar papel, pero fácil de despegar sin dejar residuos. En aquel momento, este adhesivo parecía un fracaso, sin aplicación práctica aparente.
El Ingenio de Art Fry
Años después, en 1974, otro científico de 3M, Art Fry, se encontraba en un dilema. Necesitaba una manera de marcar las páginas de su himnario de coro sin dañarlo. Recordando el adhesivo de Silver, Fry decidió usar pequeños trozos de papel recubiertos con este adhesivo. Para su sorpresa, funcionaron a la perfección. Así fue como nacieron los primeros pósits, una solución ingeniosa a un problema común.
La Revolución de los Pósits
Lo que comenzó como una herramienta para marcar páginas rápidamente se convirtió en un fenómeno mundial. Los pósits se convirtieron en un accesorio indispensable en oficinas y hogares, utilizados para todo, desde recordatorios hasta la organización de tareas. Este producto, nacido de un accidente, se transformó en una de las invenciones más útiles y versátiles de nuestro tiempo.
El Legado de una Invención Inesperada
El caso de los pósits es un recordatorio de que los errores y desvíos en la investigación científica pueden llevar a descubrimientos sorprendentes. Lo que alguna vez fue visto como un fallo, hoy es una herramienta que facilita la vida diaria de millones de personas en todo el mundo.